Desenterrando los secretos de la dinastía XVII del antiguo Egipto
Científicos del proyecto Djehuty, liderado por el CSIC, han descubierto durante la campaña de 2013 importantes testimonios de cuatro altos dignatarios que vivieron hace 3.500 años en Egipto, además de otros objetos, como una sandalia y un instrumento parecido a las castañuelas.
Los hallazgos confirman que la colina de Dra Abu el-Naga, en Luxor (Egipto), es el cementerio de los principales personajes de la dinastía XVII.
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Los arqueólogos del proyecto Djehuty, liderado por el CSIC, llevan desde 2002 excavando en la colina Dra Abu el-Naga, en la población egipcia de Luxor, antigua Tebas. Hasta ahora las investigaciones se han centrado en la tumba de Djehuty y Hery, dos importantes personajes que vivieron durante la dinastía XVIII, en torno al 1470 a. C.
Sin embargo, en la campaña de este año, se han encontrado testimonios de cuatro personajes anteriores, de finales de la dinastía XVII y que tienen unos 3.550 años de antigüedad.
Estos hallazgos pueden ayudar a entender una época de gran complejidad política en la que la
monarquía aún no controlaba todo el territorio pero ya comenzaba a gestarse el imperio egipcio.
Unión Fenosa y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte han financiado las doce campañas realizadas hasta ahora.
“A pesar de que algunos años nuestras campañas han coincidido con revueltas en El Cairo, Luxor es un sitio muy tranquilo. En 2011 fue muy emocionante, vivimos un momento histórico cuando estallaron las revueltas. Volvimos antes por precaución, pero nunca ha habido peligro”, asegura a SINC José Manuel Galán, líder del proyecto.
Los hallazgos de este año consisten en las tumbas y ajuares del príncipe Intefmose y del dignatario Ahhotep, junto al ataúd intacto de un niño desconocido que murió a los cuatro o cinco años y figurillas y linos en honor al príncipe heredero Ahmose-sapair que también murió durante su infancia.
Un principe heredero que fue santo de la necrópolis
“El príncipe heredero Ahmose-sapair es muy querido entre los arqueólogos por los misterios que conlleva –explica Galán–. Aunque nunca llegó a reinar, se convirtió en un santo de la necrópolis y durante 500 años se hicieron ofrendas en su honor. Incluso se le representar junto a los mayores reyes del imperio en documentos posteriores.”
Los hallazgos que los arqueólogos han relacionado con este príncipe que vivió entre la dinastía XVII y XVIII consisten en ocho figurillas de madera, llamadas shabtis, algunas de ellas acompañadas de linos envolviendo su cuerpo y pequeños sarcófagos de madera.
Otro de los importantes hallazgos de este año es un ataúd de madera muy pequeño de un niño de cuatro o cinco años. El ataúd no tiene ninguna inscripción ni decoración, por lo que se desconoce la identidad de pequeño, aunque por el estilo de la talla se sospecha que fue un alto dignatario de la dinastía XVII.
Lo curioso de este ataúd es que se dejó intencionadamente de lado. Los científicos piensan que al estar tallado en una sola pieza, el ataúd era demasiado pequeño para el niño y por eso tuvieron que colocar su cuerpo de perfil.
Para que el niño no descansara de perfil sino boca arriba, el ataúd se depositó de lado y se sujetó con piedras. “Debieron de olvidarse de la posición del niño dentro del ataúd, y acabó del lado equivocado, con el cuerpo finalmente boca abajo”, explica Galán.
En relación con el príncipe Intefmose, se ha encontrado la parte inferior de un obelisco con inscripciones en su honor que se habría levantado delante de su capilla que marca la entrada a su tumba.
Dentro de su cámara sepulcral también se han hallado varios objetos, entre ellos la cabeza de una estatua de alta calidad que representaba al príncipe.
Los shabtis, figurillas con un encanto especial
En cuanto a la tumba del dignatario Ahhotep, se han encontrado tres shabtis de barro con un estilo muy diferente al acostumbrado en el arte del antiguo Egipto. “El valor de estas figurillas reside en que son realmente peculiares”, dice Galán.
Junto a las figurillas se encontraron también dos pequeños sarcófagos de barro y varias telas de lino con inscripciones con el nombre de Ahhtotep.
Otros objetos encontrados durante las excavaciones de enero y febrero de este año son una sandalia de fibra vegetal en un estado excepcional y parte de un instrumento musical tallado, semejante a unas castañuelas.
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