Nueva teoría sobre la salida de África de los primeros humanos modernos

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Poblaciones de homínidos durante el MIS 5 (Estadio Isotópico Marino 5).
El Homo sapiens fue probablemente el principal homínido residente en África en ese tiempo. Los neandertales, antes del MIS 5, se distribuyeron por Europa y el Levante, pero ampliaron su espacio a través de Asia más tarde (Howell, 1999). El Homo erectus, sensu stricto, estuvo confinado probablemente en el este de Asia durante el MIS 5, tal como el Homo erectus de Ngandong, un conjunto que ahora parece haber sido más antiguo (Indriati et al., 2011). Debido a la falta de pruebas de esqueletos en Arabia y Asia del Sur, hace entre 125.000 y 40.000 años, la identidad de sus habitantes es desconocida, pero, según nuestra opinión, probablemente hayan sido Homo sapiens. La identificación de Homo sapiens en Laos ayuda a apoyar este argumento.

Téngase en cuenta las posibles áreas de solapamiento entre los Homo sapiens y el límite sur de los neandertales y el Homo erectus, lo que permite una posible hibridación -tal como se indica en estudios recientes y posiblemente por la evidencia fósil de Zhirendong y otras cuevas chinas. La distribución de los "denisovanos" es desconocida, ya que sólo se dispone del ADN de una falange hallada en la Cueva Denisova, Siberia, y de los modernos estudios genéticos de los asiáticos del sureste y melanesios. Las indicaciones actuales sugieren que son probablemente una población hermana de los neandertales del este asiático, pero poco más se conoce en la actualidad.
Para los neandertales, el área púrpura denota su probable "núcleo" de distribución. Las áreas azules adyacentes muestran su probable extensión máxima, hacia el norte en los episodios climáticos cálidos, y hacia el sur cuando las condiciones climáticas en el área central se deterioran, o cuando surgieron oportunidades para la expansión. Su distribución más oriental hacia el noreste de China y la costa del Pacífico del noreste de Asia se presenta como incierta.

Los puntos en negro muestran yacimientos de Homo sapiens: 1) Jebel Irhoud, Marruecos, 2) Skuhl, Qafzeh, Israel, 3) Herto, Etiopía, 4) Niah, Borneo. Las estrellas en negro muestran yacimientos de neandertales: 5) Tabun, Kebara (Israel), 6) Shanidar (Irak); 7) Teschik Tasch (Uzbekistán); 8) Denisova, Okladinov (Siberia rusa). Las estrellas en blanco (otros): 9) Hatnora (India) (especie Homo indeterminada); 10) Ngandong (Homo erectus del Pleistoceno Medio).

Fuente: PHYSORG | Alex Pele | 30 de enero de 2013

Los seres humanos modernos salieron de África dos veces, y primeramente de lo que antes se pensaba, extendiéndose en una serie de olas impulsadas por cambios climáticos, según sugieren nuevas investigaciones.

El documento, publicado en Quaternary Internacional, vierte una duda fresca sobre el consenso previamente establecido de que los seres humanos se expandieron desde África en una única cohorte o grupo de personas.

"La opinión de consenso ha sido que los humanos modernos salieron de África hace unos 60.000 años por una ruta costera, bordeando algunos lugares muy áridos, y extendiéndose hasta Australia muy rápidamente", explica el profesor Michael Petraglia (izquierda), de la Universidad de Oxford, uno de los autores del estudio.

"Creemos que eso está mal. Pensamos que la gente dejó África en múltiples ocasiones, probablemente mucho tiempo antes, y pensamos que la ruta fue terrestre en lugar de por la costa".

Los intentos anteriores para poner una datación a la salida de los humanos modernos de África se han basado en gran medida en las evidencias proporcionadas por la genética y la arqueología.

Petraglia y su equipo creen que, mediante la adición de datos sobre el clima y el medio ambiente dentro del conjunto, serán capaces de desbloquear nuevas pistas en cuanto a cómo y por qué los humanos se expandieron fuera del continente africano.

"Sabemos que el clima ha cambiado un montón de veces. Creemos que actuó como una fuerza de empuje 'fuera de África', llevando a los individuos en sucesivas ondas hasta el sur de Asia".

"Cuando el clima era húmedo, habría habido ríos y lagos a través de todo el continente asiático. Creemos que los seres humanos modernos los habrían utilizados como rutas, pero lo que no sabemos es qué pasó con esas poblaciones cuando el clima se convirtió en árido de nuevo".


Foto:  Reconstrucción de la vegetación en el oeste de Eurasia en MIS 5

La idea va en contra de un consenso bien establecido y ampliamente mantenido. Pero Petraglia ve señales de que los académicos de todo el espectro están empezando a cambiar de opinión.

"Hay un montón de gente que acepta esta idea en muchos campos diferentes; en la genética, en la arqueología, y en los campos del medio ambiente. Estamos viendo grandes grietas en el consenso", dice.

El equipo se acercará ahora a examinar algunos enclaves importantes con más detalle, en un intento de añadir fundamento a su teoría. Petraglia cree que la investigación tiene implicaciones importantes para entender nuestro presente, así como nuestro pasado.

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"Está en la imaginación del público. La gente está fascinada por nuestra propia especie y cómo se pobló la Tierra", comenta. "Pero también estamos tratando de entender la influencia del clima, es decir, cómo el mismo afectó al movimiento de las poblaciones y a la velocidad a la que ocurrió, y esto podría tener claramente, hoy en día, implicaciones importantes".


Diagrama que muestra la expansión de los humanos desde África. Crédito: Andrea Manica.

Fuente: PHYSORG | 17 de septiembre de 2012


Los científicos usan la genética y las reconstrucciones climáticas para rastrear la propagación mundial de los humanos modernos fuera de África.

Las investigaciones indican que la propagación fuera de África de los humanos fue dictada por la aparición de ventanas climáticas favorables.

Mediante la integración de la genética con reconstrucciones históricas climáticas de alta resolución, los científicos han sido capaces de predecir el momento y las rutas tomadas por los humanos modernos durante su expansión fuera de África. Su investigación revela que la difusión de los seres humanos fuera de África fue dictada por el clima, con su entrada en Europa posiblemente retardada por la competencia con los neandertales. La investigación aparece publicada en la revista PNAS el pasado 17 de septiembre.

El Dr. Anders Eriksson (izquierda), de la Universidad de Cambridge, autor principal del artículo, dijo: "Mediante la combinación de una amplia información genética con el clima y los modelos de vegetación, hemos sido capaces de elaborar la reconstrucción más detallada de la historia humana hasta el presente".

El papel del cambio climático para determinar el momento de la expansión de las poblaciónes humanas se ha debatido durante mucho tiempo. Los restos fósiles más antiguos de humanos anatómicamente modernos se encuentran en África y datan de alrededor de 200.000 años, pero no hay ningún rastro fuera de África hasta 100.000 años después.

El modelo recién publicado ofrece la primera conexión directa entre el cambio climático y el momento de la expansión fuera de África, así como las rutas tomadas.

Para investigar el papel del clima, los científicos de Cambridge elaboraron un modelo muy detallado con el fin de rastrear el destino de todos los individuos sobre el planeta. En el proyecto participaron especialistas de diversos campos. Trabajando en conjunto con climatólogos y modeladores de la vegetación, reconstruyeron el clima y los cambios del nivel del mar y sus efectos en la disponibilidad de alimentos a través del tiempo, con una resolución de 100 km.

Después de explorar varios millones de escenarios demográficos (por ejemplo, las tasas de natalidad, las tasas locales de movimiento, relación entre la disponibilidad de alimentos y el tamaño de la población, etc.), fueron capaces de identificar aquellos que eran más compatibles con los patrones geográficos de la diversidad genética de los seres humanos modernos. Al trabajar con antropólogos y arqueólogos, pudieron comparar estos escenarios con las fechas y localidades conocidas de hallazgos arqueológicos y de fósiles.


Los escenarios demográficos seleccionados por el modelo revelaron que una relación entre la disponibilidad de alimentos y la densidad de población en el pasado era muy similar a la relación hallada entre cazadores-recolectores actuales. Con base a esta relación, el modelo encontró que el clima impidió a los humanos salir de África hasta que una ventana climática favorable apareció en el noreste de África hace aproximadamente 70.000-55.000 años. El mayor movimiento se produjo a través de la llamada ruta sur, a través del estrecho de Bab-el-Mandeb, en la Península Arábiga.

La datación de salida fuera de África, así como el tiempo de llegada a otros continentes identificados por el modelo, fueron también hallados en gran parte de acuerdo con las evidencias arqueológicas y fósiles, con la notable excepción de Europa. Para Europa, el modelo basado en el clima predijo tiempos de llegada en aproximadamente 10.000 años antes que la evidencia arqueológica disponible. Esta discrepancia podría explicarse por la competencia con los neandertales, los cuales no se contabilizaron en el modelo, y probablemente habrían frenado la colonización de Europa por parte de los seres humanos modernos.

El Dr. Andrea Manica, que co-dirigió el estudio, dijo:
"La idea de que podemos reconstruir el clima y estimar la disponibilidad de alimentos, y finalmente determinar los cambios demográficos y los movimientos de nuestros antepasados ​​en todo el mundo es simplemente increíble.
El hecho de que la mayoría de los resultados estén de acuerdo con las evidencias arqueológicas y antropológicas -las cuales no fueron usadas para generar el modelo-, apunta al hecho de que nuestras reconstrucciones basadas en la genética son muy realistas".

Unknown

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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