El escándalo de la carne de caballo
- PLUS, Boni y Tengelmann retiran la lasaña congelada
- La UE insiste en que es un problema de 'etiquetado' y no hay riesgo sanitario
- Los gobiernos europeos se reúnen el miércoles para tratar el asunto
- La OCU teme que estos productos estén en el mercado español
El escándalo de la carne de caballo en el Reino Unido ha saltado ahora a la salsa boloñesa. Tras detectarse la presencia de ADN equino en las hamburguesas y la lasaña, la cadena de supermercados Tesco ha reconocido la presencia de trazas de hasta un 60% de carne de caballo en las salsas de carne picada de la marca Everyday Value, procedentes de la planta Comigel en Francia, informa Carlos Fresneda desde Londres para el diario El Mundo.
La Agencia de Alimentos británica (FSA) ha ordenado entre tanto cientos de pruebas, tanto en supermercados como en escuelas y hospitales, ante la sospecha de que el fraude de la carne de caballo se ha extendido por toda la cadena alimenticia.
Pese a la insistencia de las autoridades en que los riesgos "son muy limitados" para la salud humana, el Colegio de Veterinarios ha dado la voz de alarma y ha pedido que se hagan pruebas para detectar la posible presencia de fenilbutazona, un antiinflamatorio usado frecuentemente en los caballos y que provoca graves efectos adversos, como la anemia aplásica o la supresión de góbulos blancos.
El ministro de Medio Ambiente, Owen Paterson, ha ordenado la elaboración de un estudio que se hará público este viernes, para determinar el alcance de la "contaminación" de carne de caballo. La portavoz de la oposición laborista, Mary Creagh, ha acusado al Gobierno de David Cameron de "reaccionar con complacencia y sembrar la confusión" con noticias contradictorias sobre el origen de la "contaminación".
Mary Creagh asegura haber puesto en manos de Scotland Yard "un cúmulo de información que demuestra la existencia de una de red de fraude sistemático en el escándalo de la carne de caballo". Varias informaciones aparecidas el pasado fin de semana apuntan incluso a una posible implicación de la mafia italiana en el comercio ilegal de carne equina.
Aunque al principio de apuntó hacia España y Holanda como el posible "origen" de la carne equina, todas las sospechas recaen ahora sobre cinco mataderos en Polonia y un distribuidor en Rumanía, con ramificaciones que van de Chipre a Luxemburgo y que pasan necesariamtne por la planta de Comigel en el sur de Francia.
Al menos seis supermercados franceses (entre ellos, Carrefour) ha retirado todos los productos de carne picada de "vacuno" ante la sospecha de que pueda estar contaminada con carne de caballo. El presidente, François Hollande, ha prometido llegar hasta el fondo del asunto y ha pedido "grandes sanciones penales y administrativas a los responsables de esta conducta intolerable".
Supermercados PLUS "ha retirado de sus estantes lasaña congelada de la marca Primafrost como medida de precaución", explicó Debbie Huisman, portavoz de la cadena holandesa, quien agregó que estos productos no representan un peligro para la salud, pero podría "posiblemente" contener carne de caballo sin que ello se indica en el envase.
También 'Tengelmann', una de las mayores cadenas de distribución alimentaria de Alemania, retirará de sus tiendas una lasaña precocinada. 'Der Spiegel' informó de que la cadena de supermercados Kaiser de Tengelmann ha dejado de comercializar provisionalmente una lasaña de su marca blanca económica A&P "por motivos preventivos ligados a la protección del consumidor", según un portavoz de la empresa.
No obstante, agregó que por el momento no hay ningún indicio de que en estos productos precocinados se haya detectado la presencia de carne de caballo, como ha sucedido en otros productos cárnicos, principalmente precocinados, en distintos países de Europa en las últimas semanas.
Asimismo, la Comisión Europea (CE) insiste en que el escándalo desatado por el hallazgo de carne de caballo, en lugar de vacuno, en comidas preparadas comercializadas por el fabricante de congelados Findus en varios Estados miembros es un problema de "etiquetado erróneo" y no de "peligro sanitario".
El portavoz comunitario de Sanidad, Frédéric Vincent, dejó claro que la Unión Europea "sólo puede intervenir" cuando existe un riesgo para la salud pública, como ocurrió en el verano de 2011, con la epidemia causada por la cepa de E.coli que causó más de 4.000 contagios y 46 muertes en Alemania y Francia.
Fuentes diplomáticas europeas precisaron que de momento han confirmado su asistencia a la reunión, que comenzará a las 17.30 horas españolas, los ministros de Luxemburgo, Francia, Polonia, Reino Unido y Rumanía. También participará el comisario europeo de Sanidad, Tonio Borg, junto con miembros del gabinete del responsable comunitario de Agricultura, Dacian Ciolos.
Por su parte, el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, ha adelantado que Francia va a proponer a sus socios europeos imponer obligaciones sobre la trazabilidad de la carne en las etiquetas de los platos preparados. Se trataría de extender a esos alimentos algunas de las reglas que ya existen para la venta de carne con el objetivo de que se pueda seguir el rastro y conocer dónde se crió el animal, dónde se sacrificó y dónde se produjo la transformación.
El escándalo sobre la aparición de carne de caballo en productos congelados, como algunas lasañas, comenzó en el Reino Unido a principios de este mes. Posteriormente el fabricante británico de alimentos Findus UK señaló que algunas de sus lasañas de ternera, suministradas por la compañía proveedora francesa Comigel, contenían carne de caballo, que posteriormente se supo que procedía de Rumanía.
El pasado fin de semana se conoció que la carne de caballo rumana detectada en platos precocinados Findus que oficialmente estaban preparados con vacuno había sido negociada por comerciantes en Chipre y Holanda antes de ser adquirida por una empresa del sur de Francia y elaborada por otra en Luxemburgo. Findus ha retirado en Francia de la venta tres de sus platos preparados por la presencia de carne de equino y no de vacuno como se anunciaba en sus ingredientes.
Solicita además una explicación sobre la situación del mercado de productos cárnicos en España, por entender que existe una "profunda inquietud" en los consumidores por las informaciones que están siendo trasmitidas por las autoridades de países como Irlanda, Francia e Inglaterra que hacen "temer que estos productos se encuentren en el mercado español".
"Hasta el día de hoy, ni la Aesan ni ningún otro organismo competente ha aclarado o justificado la causa de que se encontrara ADN de caballo en dos marcas de hamburguesas", hecho descubierto recientemente por la OCU. Mientras esto sucede, la plataforma anuncia que va a seguir vigilando los productos que se comercializan, y que "se encuentran bajo sospecha", con el objetivo de dar información transparente y ágil a todos los consumidores.
Fuente: www.elmundo.es
La Agencia de Alimentos británica (FSA) ha ordenado entre tanto cientos de pruebas, tanto en supermercados como en escuelas y hospitales, ante la sospecha de que el fraude de la carne de caballo se ha extendido por toda la cadena alimenticia.
Pese a la insistencia de las autoridades en que los riesgos "son muy limitados" para la salud humana, el Colegio de Veterinarios ha dado la voz de alarma y ha pedido que se hagan pruebas para detectar la posible presencia de fenilbutazona, un antiinflamatorio usado frecuentemente en los caballos y que provoca graves efectos adversos, como la anemia aplásica o la supresión de góbulos blancos.
El ministro de Medio Ambiente, Owen Paterson, ha ordenado la elaboración de un estudio que se hará público este viernes, para determinar el alcance de la "contaminación" de carne de caballo. La portavoz de la oposición laborista, Mary Creagh, ha acusado al Gobierno de David Cameron de "reaccionar con complacencia y sembrar la confusión" con noticias contradictorias sobre el origen de la "contaminación".
Mary Creagh asegura haber puesto en manos de Scotland Yard "un cúmulo de información que demuestra la existencia de una de red de fraude sistemático en el escándalo de la carne de caballo". Varias informaciones aparecidas el pasado fin de semana apuntan incluso a una posible implicación de la mafia italiana en el comercio ilegal de carne equina.
Aunque al principio de apuntó hacia España y Holanda como el posible "origen" de la carne equina, todas las sospechas recaen ahora sobre cinco mataderos en Polonia y un distribuidor en Rumanía, con ramificaciones que van de Chipre a Luxemburgo y que pasan necesariamtne por la planta de Comigel en el sur de Francia.
Al menos seis supermercados franceses (entre ellos, Carrefour) ha retirado todos los productos de carne picada de "vacuno" ante la sospecha de que pueda estar contaminada con carne de caballo. El presidente, François Hollande, ha prometido llegar hasta el fondo del asunto y ha pedido "grandes sanciones penales y administrativas a los responsables de esta conducta intolerable".
Más retiradas de productos
Este martes, las cadenas holandesas de supermercados PLUS y Boni y la alemana Tengelmann se disponen a retirar productos congelados tras detectarse carne de caballo en preparados presuntamente elaborados con ternera.Supermercados PLUS "ha retirado de sus estantes lasaña congelada de la marca Primafrost como medida de precaución", explicó Debbie Huisman, portavoz de la cadena holandesa, quien agregó que estos productos no representan un peligro para la salud, pero podría "posiblemente" contener carne de caballo sin que ello se indica en el envase.
También 'Tengelmann', una de las mayores cadenas de distribución alimentaria de Alemania, retirará de sus tiendas una lasaña precocinada. 'Der Spiegel' informó de que la cadena de supermercados Kaiser de Tengelmann ha dejado de comercializar provisionalmente una lasaña de su marca blanca económica A&P "por motivos preventivos ligados a la protección del consumidor", según un portavoz de la empresa.
No obstante, agregó que por el momento no hay ningún indicio de que en estos productos precocinados se haya detectado la presencia de carne de caballo, como ha sucedido en otros productos cárnicos, principalmente precocinados, en distintos países de Europa en las últimas semanas.
Asimismo, la Comisión Europea (CE) insiste en que el escándalo desatado por el hallazgo de carne de caballo, en lugar de vacuno, en comidas preparadas comercializadas por el fabricante de congelados Findus en varios Estados miembros es un problema de "etiquetado erróneo" y no de "peligro sanitario".
El portavoz comunitario de Sanidad, Frédéric Vincent, dejó claro que la Unión Europea "sólo puede intervenir" cuando existe un riesgo para la salud pública, como ocurrió en el verano de 2011, con la epidemia causada por la cepa de E.coli que causó más de 4.000 contagios y 46 muertes en Alemania y Francia.
Reunión informal en Bruselas
No obstante, los ministros europeos responsables de Alimentación y Sanidad celebrarán este miércoles en Bruselas una reunión informal para intercambiar informaciones y debatir el escándalo de la carne de caballo. A la reunión, cuya celebración se convocó el lunes, asistirán "las partes interesadas", indicó una portavoz de la Presidencia de turno de la Unión Europea, que este semestre ejerce Irlanda.Fuentes diplomáticas europeas precisaron que de momento han confirmado su asistencia a la reunión, que comenzará a las 17.30 horas españolas, los ministros de Luxemburgo, Francia, Polonia, Reino Unido y Rumanía. También participará el comisario europeo de Sanidad, Tonio Borg, junto con miembros del gabinete del responsable comunitario de Agricultura, Dacian Ciolos.
Por su parte, el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, ha adelantado que Francia va a proponer a sus socios europeos imponer obligaciones sobre la trazabilidad de la carne en las etiquetas de los platos preparados. Se trataría de extender a esos alimentos algunas de las reglas que ya existen para la venta de carne con el objetivo de que se pueda seguir el rastro y conocer dónde se crió el animal, dónde se sacrificó y dónde se produjo la transformación.
El escándalo sobre la aparición de carne de caballo en productos congelados, como algunas lasañas, comenzó en el Reino Unido a principios de este mes. Posteriormente el fabricante británico de alimentos Findus UK señaló que algunas de sus lasañas de ternera, suministradas por la compañía proveedora francesa Comigel, contenían carne de caballo, que posteriormente se supo que procedía de Rumanía.
El pasado fin de semana se conoció que la carne de caballo rumana detectada en platos precocinados Findus que oficialmente estaban preparados con vacuno había sido negociada por comerciantes en Chipre y Holanda antes de ser adquirida por una empresa del sur de Francia y elaborada por otra en Luxemburgo. Findus ha retirado en Francia de la venta tres de sus platos preparados por la presencia de carne de equino y no de vacuno como se anunciaba en sus ingredientes.
La OCU pide explicaciones
En España, la Organización de Consumidores y Usuarios se ha puesto en comunicación con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan) para pedir que, a la mayor brevedad, ofrezca a todos los consumidores las informaciones oportunas sobre el "fraude" del etiquetado en las hamburguesas.Solicita además una explicación sobre la situación del mercado de productos cárnicos en España, por entender que existe una "profunda inquietud" en los consumidores por las informaciones que están siendo trasmitidas por las autoridades de países como Irlanda, Francia e Inglaterra que hacen "temer que estos productos se encuentren en el mercado español".
"Hasta el día de hoy, ni la Aesan ni ningún otro organismo competente ha aclarado o justificado la causa de que se encontrara ADN de caballo en dos marcas de hamburguesas", hecho descubierto recientemente por la OCU. Mientras esto sucede, la plataforma anuncia que va a seguir vigilando los productos que se comercializan, y que "se encuentran bajo sospecha", con el objetivo de dar información transparente y ágil a todos los consumidores.
Fuente: www.elmundo.es
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