Los "Caminos Zamoranos": ¿Hubo alguna vez una época en la que nadie ignoraba dónde se encontraba la ciudad de Zamora?
CAÑADA “ZAMORANA” EN GORDONCILLO (LEÓN). MTN 1/25.000 (I.G.N.).
Zamora es, actualmente, una pequeña y tranquila ciudad de poco más de 65.000 almas, capital de una provincia que desde hace siglos parece haber quedado casi totalmente a trasmano del devenir de la Historia (aprovecho la ocasión para invitar a visitarla a todos los miembros de REHA, pues su pasado y patrimonio cultural hacen que Zamora sea especialmente atractiva para los aficionados al estudio de la historia).
Cuando el que suscribe era más joven, pasaba buenos ratos poniendo en apuros a sus amigos y conocidos madrileños desafiándoles a que acertaran, sin fallar ninguna, las provincias que rodeaban a aquella de la que desciende por parte de ambos progenitores, que no es otra que Zamora (al autor de estas líneas le nacieron, "por error", en Madrid, desliz que pudo subsanar felizmente al terminar los estudios y comenzar a trabajar).
Volviendo al desafío reseñado, pese a que el nivel de los candidatos a superarlo no solía estar en absoluto por debajo de la media nacional, nadie consiguió solventar jamás con total éxito el reto planteado.
Sin embargo, la ciudad de Zamora también tuvo, sin duda, sus pasados momentos de gloria y esplendor. Así lo certifican numerosos topónimos camineros que se distribuyen, de manera aparentemente inconexa, por buena parte del occidente de la Meseta Septentrional.
En total, hemos recopilado, en diversas cartografías, alrededor de 60 topónimos alusivos a vías de comunicación que conducen, o condujeron en su momento hacia Zamora desde la comarca de "Tierra de Campos"y alrededores: “Camino Zamorano”, “La Zamorana”, “Cañada Zamorana”, Camino Real de Zamora”, “Carrezamora”, “La Zambrana”, etc. Estos variados topónimos suelen alternarse, en muchas ocasiones, a lo largo de un mismo trazado. A la vista del aparente caos que puede apreciarse en el mapa incluido a continuación, donde tales denominaciones se representan por medio de rombos de color negro, es obligado hacerse la siguiente pregunta: ¿obedece a alguna razón coherente tal batiburrillo de "Caminos Zamoranos"?.
TOPÓNIMOS "CAMINO ZAMORANO" Y SIMILARES (ROMBOS NEGROS).
La respuesta, sorprendentemente, ya que la ciudad de Zamora no existía, o era un diminuto villorrio por épocas tan lejanas en el tiempo, viene de la mano de los romanos, tal y como explicaremos a continuación.
Si consultamos la cartografía de detalle elaborada a partir de principios del siglo XX, podremos comprobar que el topónimo "Camino Zamorano" se concentra insistentemente a lo largo del recorrido de diversas vías pecuarias que corren paralelas a los más importantes cursos de agua que riegan la “Tierra de Campos” y algunas otras áreas próximas:
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Río Cea, entre Sahagún y Fuentes de Ropel.
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Río Valderaduey, entre Sahagún y San Martín de Valderaduey.
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Río Sequillo, entre Villamartín de Campos y Coreses.
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Río Órbigo, entre Villabrázaro y Benavente.
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Arroyo de la Almucera, entre Cunquilla de Vidriales y Mózar.
Veamos, a continuación, algunos ejemplos sobre la cartografía manejada:
"CAMINO ZAMORANO" EN EL MTN 25 (I.G.N.).
"CAMINO ZAMORANO" EN EL MTN 50 (I.G.N.).
"CAMINO ZAMORANO" EN PLANIMETRÍA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX (I.G.E.).
ENLACE A OTROS EJEMPLOS SIMILARES, ACCESIBLES EN “MIS FOTOS".
Vamos a añadir un nuevo mapa donde pueden observarse, en toda su extensión, los tramos de las cañadas que siguen los cursos de agua arriba citados en los que se concentran los topónimos objeto de nuestro interés.
TRAMOS DE CAÑADAS DENOMINADOS "CAMINO ZAMORANO" O SIMILAR (LOS CÍRCULOS AMARILLOS INDICAN LA PRESENCIA DE YACIMIENTOS DE ÉPOCA ROMANA).
Todas las cañadas representadas en el mapa anterior discurren sobre el trazado de antiguas vías romanas, como apunta la nutrida concentración de yacimientos de la época que las jalonan, (círculos de color amarillo). Ahora bien ¿qué tiene que ver esto con la ciudad de Zamora, se preguntará el paciente lector?...
Veamos que sucede cuando al mapa le añadimos los trazados que, según el autor, se identifican con el recorrido de las principales calzadas romanas que vertebraron el occidente de la Meseta Septentrional (vías relacionadas en el Itinerario de Antonino, vía que enlazaba PETAVONIVM con OCELO DVRI a través de Milles de la Polvorosa, y enlaces BRIGECIO - LEGIO VII).
"CAMINOS ZAMORANOS", VÍAS DESCRITAS EN EL ITINERARIO DE ANTONINO, VÍA OCELO DVRI – PETAVONIVM Y ENLACES BRIGECO – LEGIO VII POR EL ESLA (LOS ROMBOS EN COLOR ROSA IDENTIFICAN LOS TOPÓNIMOS ALUSIVOS A “CAMINOS ZAMORANOS” LOCALIZADOS EN LAS DISTINTAS FUENTES UTILIZADAS).
Ahora sí que parece que la cosa va tomando color. En el mapa anterior, además de los trazos negros y blancos que representan las vías desplegadas en época romana, aparecen unos tramos de reducido recorrido, aledaños a la ciudad de Zamora, diferenciados del resto mediante una simbología particular (trazos discontinuos blancos y negros). Tales tramos representan los únicos añadidos que las gentes del Medievo tuvieron que acondicionar para conectar a Zamora “La Bien Cercada”, según el Romancero, a la red viaria heredada del periodo de dominación romana.
La conclusión de este pequeño "divertimento" es bien patente. Tal y como escribimos anteriormente en la comunicación destinada a explicar, en líneas generales, la metodología por nosotros aplicada para investigar la red viaria de HISPANIA durante la Edad Antigua mediante herramientas SIG, Historia y Caminería son dos conceptos intensamente interrelacionados, y el uno no se puede explicar coherentemente sin tener en cuenta el otro.
Dicho de otra manera, las evidencias históricas y arqueológicas se configuran, junto al conocimiento de las técnicas constructivas utilizadas, como un apoyo insustituible para rastrear la traza de caminos perdidos hace siglos, y el conocimiento de la red viaria (muy condicionada, a su vez, por la topografía y la geología) se revela como una herramienta utilísima para dar su correcto sentido a determinados yacimientos arqueológicos, o para contribuir a explicar determinados sucesos ocurridos en el pasado.
Por José Luis Vicente González
Milles de la Polvorosa, a las 00:00 horas del 9 de marzo de 2012.
Un saludo a todos.
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