El Tiranosaurio Rex, más fuerte y robusto de lo que se creía

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El famoso dinosaurio alcanzaba hasta un 30% más de masa de lo que se pensaba y crecía más rápido

Reconstrucción de dos tiranosauros rex (Sue, y el más pequeño Jane) utilizados en la investigación sobre su tamaño, junto con una figura humana para mostrar la escala.- JULIA MOLNAR

Si el Tyrannosaurus rex era ya un masivo y pavoroso dinosaurio, resulta que las reconstrucciones y estimaciones de esos animales realizadas hasta ahora se habían quedado cortas. Unos investigadores han aplicado tecnologías avanzadas para, a partir de cinco esqueletos de T. rex, calcular qué masa tendrían en vida y han llegado a la conclusión de que eran bastante más masivos de lo que se pensaba. Además, crecían más rápido. "Sabíamos que Sue [gran esqueleto de dinosaurio del Museo Field de Historia Natural, en Chicago] era grande, pero un incremento de peso del 30% no nos lo esperábamos", comenta Peter Makovicky, uno de los científicos que han hecho las reconstrucciones por ordenador, tridimensionales y con alta resolución, el cuerpo de estos bípedos carnívoros de enorme cabeza.
      Reconstrucción de dinosaurio
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      Imagen esquemática del modelo por ordenador del tiranosauro rex apodado Sue a partir del esqueleto escaneado y mostrando como sería el animal en la versión de extrema delgadez y de obesidad.- JULIA MOLNAR
      Al T. rex Sue se le estimaban unas nueve toneladas de peso máximo. Pero con los nuevos modelos tridimensionales que han aplicado estos científicos, "nueve toneladas es el mínimo que nosotros estimamos para un cuerpo muy escuálido", dice Makovicky, encargado de los dinosaurios del museo Field. Sue es el esqueleto de dinosaurio mayor que se conoce y el más completo.
      Estos científicos, dirigidos por John R.Hutchinson (Royal Veterinary College) explican en la revista PlosOne cómo han hecho sus nuevas estimaciones de la masa corporal de los T.Rex aplicando tecnologías de escáner y modelización por ordenador a los cinco esqueletos montados como serían en realidad. Para convertir estos esqueletos en plantillas, han utilizado una técnica de laser tridimensional y sobre el modelo obtenido han hecho las estimaciones de la musculatura y los tejidos blandos del animal, basándose en paralelismos con especies actuales, como pájaros y cocodrilos, como guía. Después se recubre el T.rex computerizado con una piel digital, informa el museo Field en un comunicado. Además, los investigadores han modelizado por separado las extremidades, el cuello, la cabeza y la cola de los animales con diferentes niveles de musculatura.

      Las estimaciones que se habían hecho hasta ahora de la masa de estos enormes dinosaurios se basaban en modelos a escala de los esqueletos o en extrapolaciones a partir de animales vivos notablemente diferentes de los T.rex, explica Makovicky.
      Los investigadores han generado diferentes posibles modelos de cada T.rex basándose en sus esqueletos. Estos modelos abarcan un rango amplio de posible masa corporal: desde animales gravemente desnutridos hasta la obesidad. "La ventaja de nuestro método es que los modelos se pueden ajustar para encajar la variación inherente a la naturaleza, de manera que no tenemos que elegir un resultado arbitrario sino que trabajamos con un rango de resultados más realista", explica otro de los expertos de la investigación, Karl T. Bates, de la Universidad Liverpool.

      Los nuevos estudios del cuerpo de los dinosaurios también proporcionan nuevas pistas sobre su biología, en concreto sobre su crecimiento. "Nuestra estimación es que los T.rex crecían unos 1.790 kilos por año durante su adolescencia, lo que significa más del doble de lo que se calculaba antes", dice Hutchinson. Y este rápido crecimiento hasta alcanzar un tamaño enorme tenía su contrapartida en la agilidad y velocidad de desplazamiento del animal. Los investigadores llegan a la conclusión de que la locomoción de estos bípedos gigantes se ralentizaba a medida que iban creciendo y su torso se iba alargando y haciendo más pesado, mientras que sus patas se iban quedando más cortas y ligeras, de modo que cambiaba su centro de equilibrio. Los científicos concluyen que un T.rex grande alcanzaría una velocidad máxima de entre 17 y 40 kilómetros por hora, lo que está en el rango de las estimaciones que ya se habían hecho.
      Los científicos liderados por Hutchinson explican que para hacer su trabajo han recurrido a medios poco habituales, como cuatro equipos de rayos X y la colaboración de expertos como la unidad forense de la Policía de Chicago, que aporto un escáner láser para trabajar con Sue.

      Vía: http://www.elpais.com/

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      Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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