Hallan los clavos de la crucifixión de Cristo
12 Abril, 2011 - 19:58
Credito:
Reuters
Foto: Reuters
¿Y podrían haber desaparecido misteriosamente durante 20 años, para acabar apareciendo por casualidad en un laboratorio de Tel Aviv?
Esa es la premisa del nuevo documental "The Nails of the Cross" ("Los Clavos de la Cruz") del veterano investigador Simcha Jacobovici, que incluso antes de su estreno ha provocado un vivo debate en
Tierra Santa.
La película sigue tres años de investigación durante los que Jacobovici presenta sus argumentaciones: algunas basadas en datos empíricos, otras necesitadas de mucha imaginación y un salto de fe.
El investigador afirma que el descubrimiento es histórico, pero la mayoría de expertos contactados por Reuters lo desestimaron por inverosímil, y algunos lo calificaron de ardid publicitario.
Durante siglos se han presentado muchas reliquias antiguas, como otros clavos que supuestamente se remontan a la crucifixión, como relacionadas con Jesús. Muchas fueron consideradas falsas, mientras que otras fueron aceptadas como sagradas.
Jacobovici, que ya suscitó un debate con otra película que afirmaba revelar la tumba perdida de Jesús, dice que este hallazgo difiere de otros por su contexto histórico y arqueológico.
"Lo que estamos trayendo al mundo es el mejor argumento arqueológico presentado jamás de que se han encontrado dos de los clavos de la crucifixión de Jesús", dijo en una entrevista, con su característico gorro de lana.
"¿Se al 100% que sí, que son ellos? No", agregó.
¿CONSPIRACION, ERROR O ALGO SIN FUNDAMENTO?
El documental comienza con una visita a una antigua tumba de Jerusalén descubierta en 1990 que fue aclamada por muchos en su día como el lugar de enterramiento del alto sacerdote judío Caifás, que en el Nuevo Testamento preside el juicio a Jesús.
El sepulcro, junto con varios osarios, o cajas de huesos, fue descubierto durante unas obras en una ladera a unos pocos kilómetros al sur de la Vieja Ciudad. Desde entonces ha sido sellada de nuevo.
Caifás es una figura importante de los Evangelios, al enviar a Jesús a los romanos y a su muerte, y una de las afirmaciones de Jacobovici es que el alto sacerdote no fue tan malo.
En la tumba se encontraron dos clavos de hierro, uno en el suelo y uno dentro de un osario, y, según la película, desaparecieron misteriosamente poco después. Jacobovici dice que los rastreó hasta un laboratorio en Tel Aviv de un antropólogo experto en huesos antiguos.
Y si son de hecho los mismos clavos -corroídos por el óxido y arqueados en el extremo, casi intencionadamente- ¿fue su desaparición una conspiración o un error logístico?
No se ofrece una respuesta definitiva.
De cualquier modo, Jacobovici muestra por qué esos clavos podrían haberse utilizado en una crucifixión, que era una práctica común hace dos mil años. Después ofrece su teoría sobre por qué podrían haberse utilizado en la crucifixión más famosa de la historia.
"Si miras todo el episodio, histórico, textual, arqueológico, todo parece apuntar a que estos dos clavos estuvieron implicados en una crucifixión", declaró. "Y dado que Caifás sólo está asociado a la crucifixión de Jesús, sumas dos y dos y parecen sugerir que son los clavos", añadió.
La Autoridad de Antigüedades de Israel, que supervisó la excavación de Jerusalén, dijo en reacción al estreno de la película que nunca se había demostrado sin ninguna duda que el sepulcro fuera el lugar de enterramiento de Caifás. También dijo que era habitual encontrar clavos en tumbas.
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Por: EFE
Un nuevo documental histórico sostiene que el gran sacerdote Caifás, mencionado en los Evangelios como la persona que entregó a Jesús a los romanos, asumió posteriormente el cristianismo y fue enterrado con dos de los clavos de Cristo.
El documental es obra del periodista israelí-canadiense Simcha Jacobovici, que hace unos años acompañó al famoso director de cine James Cameron en un proyecto con el que defendió haber encontrado en Jerusalén "La tumba perdida de Jesús" y de su familia.En este caso el director, ganador de dos Emmys por trabajos anteriores, se inspira en una tumba no lejos de aquélla que fue descubierta por arqueólogos israelíes en 1990, y en la que aparecieron dos sarcófagos con los grabados de "Caifás" y "José hijo de Caifás".
Según Jacobovici, en el principal de los sarcófagos se hallaron dos clavos a los que los arqueólogos no dieron ninguna importancia, pero que debió haber encendido en ellos una luz roja incluso cuando existían otros casos parecidos.
"Digamos que dentro de 2.000 años cavan en Brasil una tumba en la que aparece el nombre Pelé, pero los arqueólogos no dicen a nadie que dentro de la tumba había también un balón", sostiene el periodista en declaraciones al diario Haaretz al plantear las incongruencias de la investigación.
La combinación del nombre con el objeto en cuestión es para él la clave de la identidad del enterrado, más aún cuando Caifás era un nombre poco común en el período del Segundo Templo, siglos VI a.C. a I d.C.
Tanto el informe de la excavación como los investigadores que participaron en ella hoy dos de los más destacados en Israel, corroboran la aparición de los dos clavos, que sin embargo no son presentados en el documental porque se extraviaron.
Sí presenta, hacia el final, dos clavos de la misma época y del mismo uso que halló en un laboratorio antropológico de Tel Aviv, y aunque plantea la pregunta de si podría tratarse de los clavos de Cristo reconoce que "no lo puedo afirmar al cien por cien".
Calificado de "charlatán" por ésta y otras "tesis infundadas", Jacobovici afirma que como periodista es su obligación plantearse este tipo de preguntas y ofrecer posibles hipótesis que los arqueólogos suelen pasar por alto.
En su nuevo documental "Los clavos de la crucifixión", que le ha requerido tres años de investigación, plantea que Caifás se arrepintió de haber llevado a Jesús a la cruz e incluso que, afligido, habría pertenecido después a una secta proto-cristiana que veía en él al Mesías.
Vía: www.rcnradio.com
Publicado en: http://www.historiayarqueologia.com/
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