¿Alumbró una supernova el nacimiento de un rey de Inglaterra?
Astrónomos aseguran que Cassiopeia apareció en el cielo como una nueva estrella el día que llegó al mundo el monarca Carlos II en 1630
j. de jorge / madrid
Con toda probabilidad es una de esas casualidades cósmicas que no se rigen más que por el azar de los infinitos hilos con los que se teje el Universo, pero la aparición de una nueva estrella en el cielo el mismo día que nace un rey, resulta, por lo menos, una historia digna de leyenda en la que se mezclan la astronomía y el destino de una saga monárquica.
El remanente de supernova Cassiopeia A (Cas A) es la reliquia de la explosión de una estrella masiva que se produjo hace unos 11.000 años y una de las fuentes de radio más brillantes en el cielo. Curiosamente, aunque la luz de la explosión debería haber llegado a la Tierra en el siglo XVII y haber sido fácilmente visible en el cielo, parece que el acontecimiento pasó desapercibido. ¿O quizás no? El astrónomo Martin Lunn y la historiadora Lila Rakoczy argumentan que una «nueva estrella» apareció en el cielo el 29 de mayo de 1630, el día en que nació un bebé destinado a convertirse en el rey Carlos II de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Esa estrella era la supernova Cassiopeia A. La polémica investigación ha sido presentada en la Reunión Nacional de Astronomía que se celebra estos días en Llandudno, Gales.
La fecha en la que la explosión de Cassiopeia A podría haberse visto en la Tierra ha sido un misterio durante muchos años en la historia de la astronomía, pero el período más aceptado es la segunda mitad del siglo XVII. Lunn, astrónomo en el museo de Yorkshire, y Rakoczy, académica independiente con sede en EE.UU., sugieren en cambio que la supernova podría haber sido vista antes, exactamente el 29 de mayo 1630. Esta fecha es muy conocida por los historiadores por ser el día en que nació el futuro rey Carlos II de Gran Bretaña. Ese importante día, una«estrella del mediodía» supuestamente alumbró el nacimiento.
Rompecabezas astronómico
La aparición de la estrella ha sido ampliamente discutida por los historiadores y estudiosos de la literatura, pero su credibilidad como un acontecimiento astronómico real se ha mantenido en gran parte inexplorado. Lunn y Rakoczy creen que el caso merece una mayor investigación.
«El número y la variedad de fuentes que se refieren a la nueva estrella sugieren que un evento astronómico realmente ocurrió. Nuestro trabajo plantea preguntas sobre el método actual para datar supernovas, pero también conduce a la excitante posibilidad de resolver un rompecabezas astronómico que ha permanecido durante décadas», explica Lunn.
Vía: http://www.abc.es/
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Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.
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