El brillo de los edificios de la antigua cultura Maya
Estudiando diminutos fragmentos de pintura provenientes de la ciudad maya de Copan, Rosemary Goodall ha encontrado evidencias de mica, la cual pudo haber hecho brillar a los edificios cuando la luz del Sol incidía directamente en ellos.
Al parecer, la mica fue aplicada encima de la pintura roja de las máscaras de estuco sobre las esquinas del bien preservado templo de Rosalila en Copan, el cual se halló enterrado bajo otra pirámide.El Templo de Rosalila pudo haber sido una de las más altas edificaciones de su tiempo en el valle, erigido por los gobernantes mayas para exhibir su poder e impresionar a sus súbditos.Empleando una novedosa técnica de análisis para examinar diminutas muestras de pintura, Goodall halló dos nuevos pigmentos en este famoso yacimiento arqueológico y lugar turístico, emplazado en América Central, concretamente en Honduras. Descubrió un pigmento verde y un pigmento de mica que pudo haber ejercido el efecto de una capa de lustre. "Estoy segura de que cuando el Sol la golpeaba, toda la pintura destellaba. Debió tener una apariencia muy impresionante", comenta Goodall.
Rosemary Goodall. (Foto: Queensland U.)El área de Copan fue habitada por primera vez en el 1600 a.C., pero no fue sino hasta el apogeo cultural de esta civilización, entre el 400 y el 800 d.C. que se construyó el magnífico Templo de Rosalila. Un gran misterio rodea a los mayas, pues desaparecieron casi completamente alrededor del 900 d.C.Goodall empleó una técnica de análisis de espectroscopia infrarroja, llamada imaginología espectral FTIR-ATR, la cual nunca antes había sido usada en estudios arqueológicos. Empleando esta técnica y la espectroscopia Raman, la investigadora encontró la "firma" de cada mineral en las muestras de pintura de tan sólo milímetros de diámetro.El Templo de Rosalila tiene más de 15 capas de pintura y estuco. Conocer la composición mineral de los pigmentos permite averiguar qué colores se emplearon en cada capa. Goodall también encontró que el estuco cambió a lo largo del tiempo. Devino más refinado y cambió en color de gris a blanco.Rosalila es un exquisito ejemplo de las edificaciones de Copan, que fueron pintadas de rojo y blanco, con hermosas máscaras y entalladuras pintadas en numerosos colores.
Rosemary Goodall. (Foto: Queensland U.)El área de Copan fue habitada por primera vez en el 1600 a.C., pero no fue sino hasta el apogeo cultural de esta civilización, entre el 400 y el 800 d.C. que se construyó el magnífico Templo de Rosalila. Un gran misterio rodea a los mayas, pues desaparecieron casi completamente alrededor del 900 d.C.Goodall empleó una técnica de análisis de espectroscopia infrarroja, llamada imaginología espectral FTIR-ATR, la cual nunca antes había sido usada en estudios arqueológicos. Empleando esta técnica y la espectroscopia Raman, la investigadora encontró la "firma" de cada mineral en las muestras de pintura de tan sólo milímetros de diámetro.El Templo de Rosalila tiene más de 15 capas de pintura y estuco. Conocer la composición mineral de los pigmentos permite averiguar qué colores se emplearon en cada capa. Goodall también encontró que el estuco cambió a lo largo del tiempo. Devino más refinado y cambió en color de gris a blanco.Rosalila es un exquisito ejemplo de las edificaciones de Copan, que fueron pintadas de rojo y blanco, con hermosas máscaras y entalladuras pintadas en numerosos colores.
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