¿Por qué desaparecieron los cazadores-recolectores de Europa?

Recreación de un cazador-recolector en una cueva. (Crédito de la imagen: Gorodenkoff a través de Shutterstock).

Los cazadores-recolectores vivieron en toda Europa durante miles de años y fueron la presencia humana dominante en tal continente durante la mayor parte de ese tiempo. Entonces, ¿qué pasó con todos ellos?

Los investigadores aún no conocen el conjunto exacto de circunstancias que llevaron a la desaparición de los cazadores-recolectores de Europa, pero su declive coincidió en términos generales con la expansión de la agricultura en sus diferentes regiones. Los agricultores neolíticos llegaron a Europa hace unos 8.000 años y finalmente reemplazaron a los cazadores-recolectores después de un período de compartir el continente con ellos.

"Los agricultores comenzaron a llegar a Europa desde el Cercano Oriente, trayendo animales y plantas domesticados, y luego hay una coexistencia de agricultores y cazadores-recolectores hasta hace 5.000 años, cuando estos últimos desaparecen", dijo a Live Science Cosimo Posth (izquierda), profesor de arqueología y paleogenética en la Universidad de Tübingen, en Alemania.

Los cazadores-recolectores de Europa no eran una entidad única, sino una serie de poblaciones y culturas humanas diferentes que sobrevivían cazando animales y buscando alimentos silvestres. Los cazadores-recolectores llegaron a Europa en oleadas y comenzaron a establecerse en el continente hace unos 47.000 años. Posth describió esta población inicial "como una rama muerta', porque en su mayor parte desapareció, al igual que los primeros exploradores humanos que se aventuraron en Europa. Sin embargo, después de esas primeras migraciones fallidas, al menos algunas de las oleadas posteriores de cazadores-recolectores prosperaron en el continente".

Para cosechar maíz se utilizaban hoces de pedernal cortadas a presión. Esta hoz se encontró en Jægerspris Slotshave, en el norte de Zelanda, y pertenece al Neolítico tardío.

Posth señaló que los europeos modernos deben entre el 10% y el 15% de su ADN a los cazadores-recolectores europeos, la mayor parte del cual proviene de la última ola de cazadores-recolectores que se extendieron desde Italia hace unos 14.000 años. Así que una parte de su legado genético sigue vivo aunque gran parte de su estilo de vida ya no existe.

Los cazadores-recolectores en su mayoría se mantuvieron a la expectativa cuando los agricultores llegaron unos 6.000 años después, y, aunque la población agrícola adoptó gradualmente genes de los cazadores-recolectores, estos últimos permanecieron genéticamente distintos. "El ADN de un cazador-recolector de 7.000 años de antigüedad en España reveló que tenía ojos azules y piel oscura. Este era el caso de la mayoría de los cazadores-recolectores de toda Europa hace 14.000 años, mientras que los agricultores de la época tenían la piel más clara y los ojos oscuros", recuerda Posth.

A medida que la agricultura se extendió por Europa, los cazadores-recolectores perdieron sus tierras. "Los últimos cazadores-recolectores se desplazaron hacia las periferias de Europa, hacia zonas donde no competían directamente con los agricultores", afirmó Posth.

La tumba del 'Hombre de Dragsholm' , que data del Neolítico temprano, pertenecía a un hombre que fue uno de los primeros agricultores de Dinamarca. En la tumba yacía su arco y sus flechas, un pequeño recipiente de arcilla cocida, algunas hojas de pedernal y un hacha de batalla. Llevaba una muñequera de hueso en la muñeca izquierda y cuentas de ámbar cosidas a su ropa. El ajuar funerario refleja su vida como granjero, cazador y guerrero.

Todavía hay muchas incógnitas sobre cómo interactuaron los dos grupos entre sí. Algunos cazadores-recolectores terminaron viviendo en comunidades agrícolas o sus alrededores. Por ejemplo, el entierro de hace aproximadamente 5.800 años de un individuo cazador-recolector, en lo que hoy es Dinamarca, conocido como 'Hombre de Dragsholm', muestra que fue enterrado con ajuar funerario de cazadores-recolectores, pero que tenía una dieta similar a la de los primeros agricultores europeos. Esto significa que adoptó la cultura y la dieta de los agricultores inmigrantes. Sin embargo, la mayoría de los cazadores-recolectores fueron exterminados o desplazados en unas pocas generaciones, según un estudio reciente de la Universidad de Lund, Suecia, pueblicado en Nature.

Los restos craneales del 'Hombre de Vittrup', acabaron en un pantano después de que su cráneo fuera aplastado por al menos ocho fuertes golpes. (Crédito de la imagen: Stephen Freiheit; Fischer et al., 2024, PLOS One, CC-BY 4.0)

Un estudio de 2024 publicado en la revista PLOS One encontró que una comunidad agrícola en Dinamarca sacrificó violentamente a un cazador-recolector de Noruega o Suecia hace unos 5.200 años, el llamado 'Hombre de Vittrup'. El sacrificio ritual no era necesariamente un castigo para el cazador-recolector, y puede haber sido un inmigrante o comerciante que obtuvo la misma posición social entre los agricultores, o puede haber sido una persona cautiva o esclavizada, anotaron los autores del estudio. Se sabe que algunas comunidades de cazadores-recolectores probablemente sufrieron muertes violentas a manos de agricultores y estuvieron expuestos nuevos patógenos procedentes de su ganado.

Anders Fischer (izquierda), arqueólogo independiente y autor de ambos estudios, dijo a WordsSideKick.com que "Los agricultores crecieron rápidamente en número a medida que se extendieron y pudieron haber sido muy 'belicosos' en su enfoque hacia los cazadores-recolectores. De estos últimos muchos decidieron no ser agricultores, pero alguien decidió en su nombre y tal vez fueron eliminados en el mismo proceso".

Fuente: livescience.com | 13 de abril de 2024

Así se hizo y está en la actualidad el primer túnel 'carretera' del mundo que construyeron los romanos en el 36 a.C.

Así es el túnel de Cocceio tiene la capacidad para que dos carros circulen de manera vertical. (Fuente: Falk2 / Wikimedia Commons).

Los romanos son considerados grandes escultores y arquitectos de la antigüedad, con diferentes edificios que se alzan a lo largo y ancho de los territorios que conquistaron en la actual Europa, norte de África y Medio Oriente. Una de las pruebas irrefutables de su desarrollo es el coliseo romano, entre otros. Sin embargo, en Nápoles se encuentra otra obra maestra de la ingeniería civil. Se trata del primer túnel carretera del mundo, el cual se creó en el 36 a.C.

Entre los siglos 36 y 37 a.C, Marco Vipsanio Agripa, amigo personal del emperador Augusto, estableció la base romana naval más importante de todas en el puerto Iulius o Julio, en honor a Julio César y que construyó el arquitecto Lucio Coceyo Aucto.

El Imperio romano no solo era fuerte por tierra, sino también por mar. Y allí se hospedaban sus grandes y más poderosos navíos, por lo que era necesario protegerlos de posibles ataques. En particular, a los que estaban en proceso de elaboración. Para ello, se tuvo en cuenta el lago Averno, que ni desde la orilla ni desde alta mar era posible divisarse.

Además, ese centro de carga y descarga se convirtió en uno de los más importantes para la ingeniería antigua, con lo que se diseñaron diferentes establecimientos para depositar las mercancías, puntos de venta y demás. Su organización era ejemplar y el mismo se extendía hacia el interior de la ciudad de Cumas.

Así es el plano del túnel hecho por los romanos. Fuente: Biblioteca Comunale di Cava de’ Tirreni.

Su tamaño demandó de un muelle de 372 metros de largo sobre arcos con 15 pilotes cuadrangulares. Allí se establecieron astilleros también y, a la entrada de la vía Herculanea, que conectaba el mar con el lago, se había ubicado una muralla de defensa.

Para conectar el puerto central que estaba en el lago y la ciudad se excavó un túnel sobre piedra volcánica, capaz de proveer una salida rápida si era necesario. A este espacio se lo reconoció como la primera carretera dentro de una montaña de todo el mundo y fue hecha por los romanos.

En la actualidad el túnel permanece al resguardo de su uso civil, debido a la fragilidad frente al desgaste exterior. Alexandre Albore - (Fuente: Ruthven)

En la actualidad existe y se la conoce como la Gruta de Cocceio. Tiene un kilómetro de longitud, un desnivel de 40 metros y una altura de 12 metros. Su anchura va de entre 5 a 6 metros, por lo que es posible que dos carros en paralelo circulen sin problemas por allí.

Este mismo se erigió en el Monte Grillo. Sobre la entrada al lago Averno, se encontraba una columna con nichos que soportaban esculturas, las cuales en la actualidad ya no existen. Uno de los detalles que asombró a los ingenieros de nuestra era contemporánea es que los romanos pensaron hasta en la ventilación e iluminación interior del mismo. Para ello, perforaron pequeños agujeros de 30 metros de altura.

En paralelo al primer túnel, se alzó otro de dimensiones más pequeñas y que también contó con un acueducto, para que el agua llegase desde el lago hacia la zona urbana, bautizado como 'Aqua Augusta'. Lo cierto es que con el traslado de la base naval a Miseno en el 12 a.C, este perdió importancia y solo funcionó como vía comercial civil.

Hoy en día el gobierno italiano lleva a cabo diferentes obras para resguardar su patrimonio arqueológico, entre ellos, la Gruta de Cocceio, que en la Segunda Guerra Mundial sufrió detonaciones accidentales que lo deterioraron. Con el paso del tiempo y la invasión de murciélagos, se intentó salvarlo de la erosión externa.

Sorpresa en el yacimiento paleolítico de Pirro Nord (Italia) considerado el más antiguo de Europa. Es mucho más reciente de lo pensado

Zona de excavación arqueo-paleontológica en Pirro Nord, Italia. Mathieu Duval.

El estudio del primer poblamiento de Europa es uno de los grandes interrogantes de la evolución humana. Las ocupaciones supuestamente con más antigüedad de un millón de años se han identificado en algunos yacimientos de la península ibérica (la Sima del Elefante de Atapuerca, Barranco de León y Fuente Nueva), de Francia (Pont de Lavaud, Le Vallonet) y de Italia, como Pirro Nord. En concreto, este último sitio, localizado en la provincia italiana de Foggia, estaba considerado como la evidencia de actividad humana más antigua del sur y occidente del Viejo Continente. Allí no se han recuperado restos de homínidos, pero sí más de un centenar de piezas líticas y huesos de animales que revelan su presencia.

Hasta ahora las investigaciones habían sugerido una probable antigüedad bioestratigráfica de entre 1,3 y 1,7 millones de años. Sin embargo, un nuevo estudio de un equipo de investigación internacional liderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) acaba de reportar unos hallazgos sorprendentes: Pirro Nord no es el yacimiento paleolítico más antiguo de Europa. Mediante la aplicación de varios métodos de datación, ha sido fechado hace unos 800.000 años, siendo un asentamiento mucho más reciente de lo que se pensaba hasta ahora.

Imagen del yacimiento de Pirro Nord. Crédito: CENIEH

A pesar de su importancia arqueológica, Pirro Nord nunca se había datado, aunque a partir de los fósiles de grandes mamíferos y de la microfauna (en particular los roedores), se había estimado que este yacimiento era más antiguo que los yacimientos españoles de la Sima del Elefante (Atapuerca, Burgos) y de Fuente Nueva-3 y Barranco León (Orce, Granada). Recientemente, el estudio de unas herramientas de piedra halladas en Ucrania las ha datado en hace 1,4 millones de años, lo que sería "con absoluta certeza" la presencia más antigua de los humanos en Europa.

Según una nota de prensa del CENIEH, las herramientas líticas y marcas de actividad antrópica sobre huesos fósiles encontrados en esta fisura kárstica del sur de la península italiana se consideraban las evidencias de presencia humana más antiguas de Europa occidental, pero los nuevos datos cronológicos, publicados en la revista Quaternary Geochronology, apuntan a una antigüedad de medio millón de años menos de lo que se había estimado.

"La primera vez que compilamos las fechas obtenidas nos quedamos muy sorprendidos, porque eran bastante más recientes de lo esperado", explica Mathieu Duval (izquierda), autor principal del artículo e investigador del CENIEH. "Por ello que tuvimos que asegurarnos de la calidad y solidez de los datos obtenidos, y al final nos costó más de 10 años finalizar este trabajo". Los científicos han combinado los métodos de datación de Resonancia Paramagnética Electrónica (ESR), Luminiscencia Estimulada Ópticamente (OSL) aplicadas a granos de cuarzos, Series Uranio-Torio y ESR sobre dientes fósiles y paleomagnetismo aplicado a los sedimentos.

Los métodos de datación empleados coinciden en atribuir la misma antigüedad a Pirro Nord, abriendo la puerta a dos conclusiones posibles. Por un lado, la edad de los fósiles y artefactos es efectivamente de 800.000 años, debilitando el marco biocronológico existente para los yacimientos arqueopaleontológicos en Italia. En este sentido, el estudio también cuestiona la calidad de los datos cronológicos disponibles para otros yacimientos italianos como Colle Curti o Castagnone.

Marcas de corte antrópicas paralelas en huesos encontrados en Pirro Nord. Marta Arzarello.

Por otro lado, cabe la posibilidad de que las dataciones obtenidas directamente sobre los fósiles puedan haber sido afectadas por procesos geológicos. En otras palabras, los fósiles podrían haber sido arrastrado hacia depósitos más jóvenes, algo relativamente frecuente en sistemas kársticos (cuevas). Si esto se confirmara, se limitaría en gran medida la relevancia de Pirro Nord en comparación con otros yacimientos del Paleolítico inferior europeo.

"De cualquier manera, como mínimo, estos nuevos resultados complican nuestra comprensión de las primeras dispersiones humanas en el continente europeo, ya que se consideraba hasta ahora a Pirro Nord como la única evidencia disponible en Europa occidental de más de 1,1-1,2 millones de años, es decir, supuestamente más antigua que los yacimientos españoles de Sima del Elefante, Fuente Nueva 3 y Barranco León o el de Le Vallonnet en Francia", señala Mathieu Duval.

Fuentes: elespanol.com | cenieh.es | 17 de abril de 2024

Mujeres del periodo Neolítico en Europa fueron atadas y enterradas vivas en sacrificios rituales asociados a la actividad agrícola

La tumba de Saint-Paul-Trois-Châteaux, cerca de Aviñón, Francia, contiene los esqueletos de tres mujeres que fueron enterradas allí alrededor del año 5.400 a.C. Se cree que dos de ellas fueron víctimas de un sacrificio. (Crédito de la imagen: Ludes et al., Sci. Adv. 2024)

El asesinato de víctimas de sacrificios mediante el incaprettamento (atarles el cuello a las piernas dobladas detrás de la espalda, para que efectivamente se estrangularan) parece haber sido una tradición en gran parte de la Europa del periodo Neolítico, y un nuevo estudio ha identificado más de una docena de tales casos de asesinato a lo largo de más de 2.000 años.

El estudio surgió después de una reevaluación de una tumba antigua que fue descubierta hace más de 20 años en Saint-Paul-Trois-Châteaux, cerca de Aviñón, en el sur de Francia. La tumba imita un silo o pozo donde se almacenaba el grano y contenía los restos de tres mujeres que fueron enterradas allí hace unos 5.500 años.

El nuevo estudio, publicado en la revista Science Advances, reinterpreta las posiciones de dos de los esqueletos y sugiere que sus personas fueron asesinadas deliberadamente, primero atándolas en la forma llamada incaprettamento y luego enterrándolas mientras todavía estaban vivas, tal vez para un ritual agrícola.

El autor principal del estudio, Eric Crubézy (izquierda), antropólogo biológico de la Universidad Paul Sabatier, en Toulouse, Francia, dijo a Live Science que la tumba tenía mucho simbolismo agrícola. Observó que una estructura de madera construida sobre ella estaba alineada con el Sol en los solsticios y que cerca se encontraron varias piedras rotas para moler grano. "Tienes la alineación, tienes el silo, tienes las piedras rotas, así que parece que era un rito relacionado con la agricultura".

Para investigar la idea del sacrificio humano en Saint-Paul-Trois-Châteaux, Crubézy, que trabajó en el descubrimiento inicial de la tumba, y sus colegas, examinaron estudios arqueológicos anteriores de sitios con tumbas en toda Europa. El equipo incluía al patólogo forense Bertrand Ludes (derecha) de la Universidad Paris Cité y autor principal del estudio.

Encontraron evidencias de 20 casos probables de asesinatos sacrificiales mediante el procedimiento del incaprettamento en 14 enclaves del Neolítico que datan de entre 5400 y 3500 a.C. También encontraron manifestaciones de arte rupestre del Mesolítico en la Cueva Addaura, en Sicilia, realizadas entre 14.000 y 11.000 a.C., las cuales parecen representar dos figuras humanas dispuestas a la manera del incaprettamento.

Escena de arte rupestre mesolítico de la Cueva de Addaura. Según J. Guilaine, en esta escena aparecen once seres humanos y un ciervo que, dada su posición, probablemente esté fallecido (¿sacrificado?). Nueve de los humanos están de pie (en gris); varios de ellos están adornados con caras con picos de pájaro, que se asemejan a máscaras, y todos parecen muy animados. El artista pretendía transmitir una sensación de entusiasmo general. Rodean a dos humanos centrales (resaltados por nosotros en negro), en posición boca abajo. Se acuestan boca abajo con las piernas dobladas debajo de ellos; uno tiene los brazos colgando, mientras que el otro los tiene doblados detrás del cuello. Hay una cuerda tendida entre sus tobillos y su cuello. Los genitales masculinos en las dos figuras están representados muy claramente, como si estuvieran erguidos, y la figura de abajo se muestra con la lengua fuera; estos dos signos se encuentran en casos de estrangulamiento o ahorcamiento.

Los investigadores creen que el esqueleto central de la tumba (marcado con 1) era una mujer mayor que fue enterrada después de morir por causas naturales, y que los otros dos esqueletos (marcados con 2 y 3) fueron mujeres más jóvenes víctimas de un sacrificio mediante "incaprettamento". Crédito de la imagen: Ludes et al., Sci. Adv. 2024

Crubézy dijo que parece que el incaprettamento se originó como una costumbre de sacrificio en el período Mesolítico, antes de los inicios de la actividad agrícola, y luego pasó a usarse para sacrificios humanos asociados con la agricultura en el período Neolítico.

"Como método de sacrificio humano, el incaprettamento parece haber estado muy extendido en gran parte de la Europa neolítica, con evidencias de esta práctica en sitios que van desde la República Checa hasta España. La más antigua es una tumba cerca de Brno-Bohunice, en la República Checa, que data de alrededor del 5.400 a.C., y la última es la tumba en Saint-Paul-Trois-Châteaux, lo que sugiere que la práctica persistió durante más de 2.000 años", dijo Crubézy.

La tumba que contenía tres esqueletos fue construida al estilo de un silo o pozo para almacenar grano, dentro de una pequeña estructura de madera y rodeada por una zanja. Crédito de la imagen: Ludes et al., Sci. Adv. 2024.

Asesinatos espantosos

Las ligaduras utilizadas para atar a las dos personas de Saint-Paul-Trois-Châteaux hace tiempo que se deterioraron, pero algunas características de sus esqueletos, como las posiciones inusuales de sus piernas, sugieren cómo murieron, advierte Crubézy.

"La tercera mujer en la tumba parece haber sido mayor y probablemente murió por causas naturales. También fue enterrada normalmente para la época, de lado y en el centro de la tumba. Esto sugiere que ella había sido enterrada ceremonialmente después de su muerte natural y que las dos mujeres más jóvenes habían sido sacrificadas para ser enterradas con ella", añade Crubézy.

Las dos víctimas del sacrificio parecen haber sido inmovilizadas con pesados ​​fragmentos de piedras utilizadas para moler grano, lo que indica que, a pesar de sus ataduras, todavía estaban vivas cuando fueron enterradas.

La estructura de madera estaba abierta en ambos extremos y la tumba se construyó descentrada, posiblemente para permitir que el sol durante el amanecer del solsticio de verano y el atardecer del solsticio de invierno iluminara a un sacerdote o sacerdotisa sobre ella. Crédito de la imagen: Ludes et al., Sci. Adv. 2024

Hoy en día, el espantoso método de asesinato incaprettamento está asociado a la mafia italiana, que en ocasiones lo ha utilizado como forma de advertencia o reprimenda.

Crubézy indicó que no se sabía por qué se usaba el incaprettamento para reralizar sacrificios humanos durante el periodo Neolítico, pero podría haber sido porque se podía considerar (hipócritamente) que una persona atada de esta manera se estrangulaba a sí misma, en lugar de ser asesinada por otra persona.

Fuente: livescience.com | 10 de abril de 2024

La ciudad romana oculta bajo un campo de cereal en Málaga: tiene enigmáticos edificios y un acueducto

Plano de Flavia Sabora Universidad de Cádiz/Cuadernos de Arqueología.

En el siglo XVI, un labrador se encontraba trabajando en los campos de los alrededores del pueblo malagueño de Cañete la Real cuando descubrió un extraño artefacto. En su tarea se topó con una placa de bronce, enverdecida por el paso de los siglos, que narraba la respuesta de un emperador a una pequeña comunidad indígena que aspiraba a convertirse en romana. Un oppidum conocido como Sabora no podía expandirse por su complicada orografía, en lo alto del Cerro de la Horca, y envió a dos legados en el año 77 d.C. hacia la ciudad de Roma con una petición para Vespasiano.

El emperador, que había logrado imponerse al mando de sus legiones después de una caótica guerra civil, les escuchó atentamente y tomó una resolución que inundó de alegría a las élites de la modesta ciudad. El augusto emperador les daba permiso para trasladarse a un llano en el que podrían deslumbrar a la Bética con sus edificios monumentales. Para ello, el nuevo asentamiento debía adoptar el nombre de la dinastía imperial, Flavia.

Campos de El Carrascal desde el aire señalando el cerro del oppidum Cuadernos de Arqueología.

Los albañiles levantaron la ciudad de Flavia Sabora siguiendo las modas del Imperio hasta que, poco tiempo después, cayó en el olvido y se perdió en las brumas de la historia, al menos hasta hoy. Casi 2.000 años después de su fundación, los investigadores de la Universidad de Cádiz quedaron asombrados por los resultados de su análisis con georradar realizado en 2022 en la finca de El Carrascal. Las calles, una domus con posibles mosaicos, un almacén, enigmáticos edificios y hasta un acueducto podían verse perfectamente en sus pantallas. Bajo las fértiles tierras del valle de Guadalteba se escondía una ciudad perdida que había sido encontrada.

Todas las piezas del rompecabezas parecen encajar. Las condiciones geográficas y el resultado de los análisis apuntan a que "las ruinas que se encuentran bajo el campo de cereal son, de modo potencial, candidatas a ser identificadas como los vestigios del municipio de Flavia Sabora", explican Isabel María Rondán-Sevilla, investigadora de la Universidad de Cádiz, y Lázaro Gabriel Lagóstea Barrios, catedrático y profesor de Historia Antigua en la misma institución, en un estudio sobre el yacimiento publicado el pasado marzo en la revista Cuadernos de Arqueología de la Universidad de Navarra.

Radar en El Carrascal Universidad de Cádiz/ Cuadernos de Arqueología

La modesta Flavia Sabora

Se trata de una modesta ciudad de 1,5 hectáreas construida en una sola fase a finales del siglo I d.C. y abandonada en el siglo II d.C. tras una breve ocupación de un par de generaciones, lo cual la convierte un caso singular en la antigua provincia de Bética. Los investigadores destacan su "gran valor para el conocimiento de la evolución de la técnica y los programas edilicios del período imperial".

En 2020 una serie de fotografías aéreas desveló la posible existencia de ruinas en el lugar y un vecino dio la alarma sobre una serie de pozos practicados por expoliadores. Los últimos datos obtenidos por el georradar fueron procesados por un sofisticado software que mostró el trazado de la ciudad apuntando una serie de anomalías. Algunas de estas se encuentran a tan solo 40 centímetros de la superficie.

Conjunto Absidal

Al oeste se ha documentado una construcción a la que llaman Conjunto Absidal, interpretado como un lugar destinado a la representación social del poder que contó con un rico patio porticado repleto de columnas en el que se identifican estructuras de santuarios y estanques con un posible ninfeo.

Planta esquemática de la 'domus'.

Rodeando este edificio se encuentra un conjunto de varias insulae bastante deterioradas. Junto a estos se intuye una domus organizada sobre un atrio que contaba con una cisterna. Su análisis arrojó una serie de datos que invitan a los arqueólogos a pensar en la presencia de algunos mosaicos ya que apuntan a que probablemente tiene restos de pavimentación.

Planta esquemática de la Insula 1

A tientas, siguiendo los trazos geométricos y esquemáticos del plano de la ciudad, sus calles conducen hacia una pequeña plaza central de cuya forma rectangular dan muestra sus potentes muros. "Es tentador identificar este conjunto con un ambiente foral a pesar de sus dimensiones", valoran en el estudio.

Los habitantes de la zona hablaron durante siglos de la existencia de las ruinas de un acueducto que en algún momento de su historia de abandono quedó destrozado por las tareas agrícolas. Una serie de trazados dispersos ofrecidos por el georradar parece confirmar la veracidad de la leyenda, aunque no se ha encontrado ningún rastro de su castellum aquae.

Detalle del recorrido del acueducto y la localización de cisternas en el yacimiento.

El regalo a Carlos V

La ciudad termina hacia el noreste, donde se ha identificado un almacén dividido en diez naves que ocupa más de 1.700 metros cuadrados. Situada en un gran cruce de caminos que comunican la bahía de Málaga con los dorados campos del Guadalquivir, la élite decurial de Flavia Sabora extendía su poder al menos 276 kilómetros a la redonda repletos de campos de cereal en los que se afanaron durante siglos los humildes labradores.

Olvidada en el tiempo y enterrado su esqueleto, algunos mármoles han ido apareciendo con el paso de los siglos. El bronce que narró su fundación fue estudiado, traducido y enviado como regalo a la corte del entonces rey emperador Carlos V y allí quedó hasta que, al igual que su ciudad, desapareció de la historia. Quizá ocurrió en la triste nochebuena de 1734 cuando el Alcázar Real de Madrid, repleto de colecciones y piezas artísticas, fue arrasado por un incendio y las campanadas de alarma fueron confundidas con llamadas a la misa del gallo.

Fuente: elespanol.com | 12 de abril de 2024

Descubren en Pompeya un espectacular salón de banquetes con frescos de personajes y dioses de la guerra de Troya

Los frescos representan a personajes dela guerra de Troya: Paris secuestra a Helena.

Una serie de impresionantes obras de arte han sido descubiertas en una nueva excavación en Pompeya, la antigua ciudad romana que quedó sepultada tras una erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C.

Los arqueólogos dicen que los frescos se encuentran entre los mejores de las ruinas de esta antigua ciudad romana. Figuras míticas griegas como Helena de Troya están representadas en las altas paredes negras de un gran salón de banquetes.

El piso de mosaico casi completo de la habitación incorpora más de un millón de azulejos blancos individuales.

La excavación actual, la más grande en una generación, refuerza la posición de Pompeya como la principal ventana del mundo desde donde poder observar a la gente y la cultura del antiguo imperio romano.

El director del parque, Gabriel Zuchtriegel (izquierda), presentó el jueves, en exclusiva a la BBC, la "habitación negra".

"Es probable que el color de las paredes se haya elegido para ocultar los depósitos de humo de las lámparas que se utilizaban cuando se reunían socialmente después del atardecer. Bajo la luz brillante, las pinturas casi habrían cobrado vida", explica Zuchtriegel.

Hay dos frescos que dominan la sala. En uno, se ve al dios Apolo intentando seducir a la sacerdotisa Casandra. Su rechazo, cuenta la leyenda, dio como resultado que sus profecías fueran ignoradas.

La trágica consecuencia se cuenta en la segunda pintura, en la que el príncipe Paris conoce a la bella Helena, una unión que Casandra sabe que los condenará a todos a la Guerra de Troya.

La habitación negra apareció en las últimas semanas.

La 'habitación negra' es el último tesoro que surgió de la excavación -que comenzó hace 12 meses-, una investigación arqueológica que aparecerá en una serie documental de la BBC y Lion. Entretanto, los investigadores están limpiando un amplio bloque residencial y comercial, conocido como "Región IX", sobre el que cayeron varios metros de piedra pómez y cenizas arrojadas por el Vesubio hace casi 2.000 años.

El personal tiene que actuar rápidamente para proteger los nuevos hallazgos y llevar lo que se pueda a un depósito. En el caso de los frescos, que deben permanecer en su sitio, se inyecta en su parte trasera un pegamento de yeso para evitar que se despeguen de las paredes. La mampostería se está apuntalando con andamios y se está colocando un techo temporal por encima.

El dios Apolo aparece representado en uno de los frescos intentando seducir a la sacerdotisa troyana Casandra.

La jefa de restauración, la Dra. Roberta Prisco (derecha) pasó el martes de esta semana tratando de evitar que se derrumbara un arco. "La responsabilidad es enorme; mírame", dice, como si el estrés fuera visible en su rostro. "Tenemos una pasión y un amor profundo por lo que estamos haciendo, porque lo que estamos descubriendo y protegiendo es también para el disfrute de las generaciones que vienen después de nosotros".

La Región IX se convirtió en una historia de detectives para los arqueólogos. Las excavaciones de finales del siglo XIX descubrieron una lavandería en un rincón, pero las últimas obras han revelado ahora una panadería mayorista al lado, así como la gran residencia con su 'habitación negra'.

El equipo cree que las tres áreas pueden estar conectadas, físicamente a través de tuberías y pasillos especiales, pero también en términos de su propietario. La identidad de este individuo queda insinuada en numerosas inscripciones con las iniciales "ARV". Las letras aparecen en las paredes e incluso en las piedras del molino de la panadería.

"Sabemos quién es ARV: es Aulus Rustius Verus", explica la arqueóloga del parque, la Dra. Sophie Hay (izquierda). Lo conocemos por otra propaganda política existente en Pompeya. Era un político muy rico. Creemos que puede ser el dueño de la casa elegante detrás de la panadería y la lavandería".

Lo que está claro, sin embargo, es que todas las propiedades estaban en proceso de renovación en el momento de la erupción. Los trabajadores que escaparon dejaron las tejas cuidadosamente apiladas; sus botes de mortero de cal todavía están llenos, esperando ser usados; sus palas y picos perduran, aunque los mangos de madera se pudrieron hace mucho tiempo.

Hace falta inyectar pegamento para yeso detrás de los frescos para evitar que se desprendan de la pared.

La Dra. Lia Trapani (abajo) cataloga todo lo que encuentra en la excavación. Toma una de las mil o más cajas de artefactos que hay en su depósito y saca un cono de color turquesa. "Es el peso de plomo de una plomada". Al igual que los constructores actuales, los trabajadores romanos lo utilizaban para nivelar superficies verticales. "Si miras de cerca, puedes ver que todavía hay un pedacito de cuerda romana", dice sosteniendo el cono entre sus manos.

La arqueóloga Trapani muestra la plomada descubierta.

El Dr. Alessandro Russo (izquierda) es el otro arqueólogo codirector de la excavación. Quiere mostrarnos un fresco del techo recuperado de una habitación. Destrozado durante la erupción, sus piezas halladas se han dispuesto, al estilo de un rompecabezas, sobre una gran mesa. Después de mojar los pedazos de yeso con un rocío de agua, los detalles y los colores se ven más vivos.

La imagen muestra paisajes con personajes egipcios; alimentos y flores; y unas imponentes máscaras teatrales. "Este es mi descubrimiento favorito en esta excavación porque es complejo y raro. Es de alta calidad para un individuo de alto estatus", explica Russo.

Otro fresco representa a Leda y Zeus en forma de cisne, cuya unión dio lugar al nacimiento de Helena de Troya.

Pero si el fresco del techo de la gran propiedad puede describirse como exquisito, lo que revela el descubrimiento de la panadería es un aspecto mucho más brutal de la vida romana: la esclavitud. Es obvio que las personas que trabajaban en el negocio vivían encerradas en condiciones deplorables, al lado de los burros que hacían girar las piedras del molino.

Al parecer había una ventana, y esta tenía rejas de hierro para impedir que se escaparan. Es en la panadería también donde se han descubierto los únicos esqueletos de la excavación. Dos adultos y un niño que fueron aplastados por las piedras.

Los arqueólogos tuvieron que reconstruir un fresco del techo que se hizo añicos durante la erupción volcánica.

Se piensa que pudieron haber sido esclavos que quedaron atrapados y no lograron huir de la erupción. Pero son conjeturas. "Cuando excavamos, nos preguntamos 'qué estamos mirando'", explicó el Dr. Gennaro Iovino (izquierda), arqueólogo codirector.

"Al igual que el escenario de un teatro, tienes la escenografía, el telón de fondo y el culpable, que es el Monte Vesubio. El arqueólogo tiene que ser bueno llenando los vacíos: contando la historia de los actores desaparecidos, las familias y los niños, la gente que ya no está".

También se conservaron cornisas ornamentadas bajo los escombros volcánicos.

Fuente: bbc.com | 11 de abril de 2024

El hallazgo de restos cerámicos de más de 2.000 años de antigüedad cuestiona que aborígenes australianos aprendieran alfarería tras la llegada de los colonos europeos

Selección de restos cerámicos hallados en la isla de Jgurru / isla Lagarto.

El descubrimiento de la cerámica más antigua jamás encontrada en Australia, en Jiigurru / Isla Lagarto, frente a la costa de Queensland, desafía la idea de que las comunidades aborígenes australianas desconocían la fabricación de cerámica antes de la colonización europea.

Sean Ulm (izquierda), profesor de la Universidad James Cook, e investigador jefe del Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio Australiano del Consejo Australiano de Investigación (CABAH), dijo: "Las cerámicas fueron descubiertas en una excavación arqueológica realizada en Jiigurru por el CABAH en asociación con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu, para las cuales Jiigurru tiene una fuerte importancia cultural.

“Los arqueólogos excavaron un basurero de 2,4 metros de profundidad en Jiigurru durante un período de dos años para descubrir evidencias de ocupación, como restos de mariscos y peces recolectados y consumidos por la gente de la isla, que tienen más de 6.000 años.

"A menos de un metro bajo la superficie, el equipo encontró docenas de fragmentos de cerámica que tienen entre 2.000 y 3.000 años de antigüedad, y es, por tanto, la cerámica más antigua jamás descubierta en Australia" .

El profesor Ulm dijo que el descubrimiento, publicado en Quaternary Science Reviews, desafía las nociones previas de que las comunidades aborígenes australianas desconocían la fabricación de cerámica antes de la colonización europea, sugiriendo en cambio una rica historia de intercambios culturales a larga distancia e innovación tecnológica mucho antes de la llegada británica.

El sitio de excavación en isla de Jiigurru (Isla Lagarto).

“El análisis geológico de la cerámica indica que se produjo localmente utilizando arcillas y temples procedentes de Jiigurru. La edad de la cerámica se superpone con un período en el que se sabía que el pueblo lapita del sur de Papúa Nueva Guinea producía cerámica”, dijo el profesor Ulm.

Kenneth McLean (derecha), miembro del clan Dingaal y presidente de la Corporación Aborigen Walmbaar, declaró: “Trabajar en colaboración arqueólogos y propietarios tradicionales del país es algo que nunca antes se había hecho con mi gente, la cual no solo ha compartido cada uno su historia personal, sino también colaborado desde el punto de vista arqueológico con la historia de nuestro antiguo pueblo, lo que ha proporcionado un buen resultado. Resulta claro que podemos cuidar el país juntos”.

El miembro de la comunidad Ngurrumungu, Brian Cobus (izquierda), dijo: “Cada conocimiento que adquirimos nos ayuda a contar la historia del país. Proyectos de investigación como este nos ayudan a todos a comprender mejor el país y a comprender cómo cuidarlo”.

El profesor Ulm señala que el descubrimiento revela que las comunidades aborígenes del norte de Queensland tenían conexiones con las comunidades alfareras de Nueva Guinea.

"El descubrimiento nos brinda información sobre las sofisticadas capacidades marítimas de las comunidades de las primeras naciones de esta región, y estos restos cerámicos son cruciales para comprender los intercambios culturales que ocurrieron en Jiigurru hace miles de años", subraya el profesor Ulm.

Un escáner láser terrestre en acción en la isla Jiigurru/Isla Lagarto. Crédito: Ian McNiven

“Creemos que los antepasados ​​de los propietarios tradicionales participaban en un sistema comercial muy extendido. Es decir, comerciaban con tecnología, bienes e ideas, sabían cómo hacer cerámica y la hacían localmente”.

El investigador jefe de el CABAH, el profesor Ian McNiven (derecha), de la Universidad de Monash, dijo que "las evidencias apuntan a una historia de conexiones profundas a través del Mar del Coral, facilitadas por tecnología avanzada de viajes en canoa y habilidades de navegación en mar abierto, lo que contradice la noción obsoleta del aislamiento indígena.

Estos hallazgos no sólo abren un nuevo capítulo en la arqueología australiana, melanesia y del Pacífico, sino que también desafían los estereotipos colonialistas al resaltar la complejidad y la innovación de las comunidades aborígenes. El descubrimiento de restos cerámicos añade una nueva capa a nuestra comprensión del papel de la comunidad de los Jiigurru y los australianos indígenas en la red más amplia de intercambio marítimo e interacción cultural a través del Mar del Coral".

Según el profesor McNiven, la isla de Jiigurru marca el límite sur de antiguas redes marítimas internacionales que unían el este del norte de Queensland, el sur de Nueva Guinea y el Estrecho de Torres, formando la 'Esfera de Interacción Cultural del Mar del Coral'.

Conexiones culturales a través del Mar del Coral. Ulm et al. Quaternary Science Review, 2024.

“Estas redes facilitaron el intercambio de objetos e ideas entre las comunidades costeras de Australia y Nueva Guinea durante los últimos 3.000 años. Mientras que algunos objetos, como los adornos corporales de conchas cónicas y las pipas de bambú, indican un intercambio generalizado de cultura e ideas, otros, como la cerámica, también sugieren el intercambio de tecnología”, concluye el profesor McNiven.

Notas adicionales

La investigación de el CABAH, realizada en colaboración con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu, formó la base de la exposición del Museo de Queensland Conexiones a través del Mar del Coral: una historia de movimiento. Lea más aquí al respecto, y explore en un recorrido virtual la exposición aquí y explore los objetos de la exposición en este enlace.

Esta investigación fue realizada por el Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio Australiano del Consejo Australiano de Investigación (número de proyecto CE170100015) con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu como socios. El equipo de investigación está compuesto por 40 investigadores de 26 instituciones y está dirigido por los investigadores jefes del CABAH, el distinguido profesor Sean Ulm (Universidad James Cook) y el profesor Ian McNiven (Universidad de Monash).

Fuentes: James Cook University | sciencealert.com | 10 de abril de 2024